Preguntale sobre la postura y elegancia.
Preguntale sobre esos trajes formales que usa cada semana.
Preguntale por “La Moma Elegante”.
Preguntale del Amor a Dios. Preguntale cuál es su fuerza de vivir y las plegarias nocturnas.
Preguntale de vivir la infancia en Sinaloa y tener que mudarse lejos para seguir Adelante.
Preguntale de esperar años en un cuarto frío.
Y después preguntale como fue vivir en familia.
Preguntale sobre mí. Preguntale sobre criar a Amelia y ser su compañera de aventuras cuando yo misma me hacía llamar “Blanca nieves” y ella “La Bruja Malvada”. Preguntale sobre encontrar su Jardín masacrado por una diablita de cinco años, y que después ambas se encontraban disfrutando de una rica taza de café en una mesa adornada de flores recién cortadas.
Preguntale de cuidar su Jardín al salir y bajar el rayo de sol.
Preguntale de tener una flor sin nacer en sus sueños.
Pregúntale sobre el color morado, tacones y perlas.
Preguntale sobre reír, llorar y cantar.
Preguntale sobre ella.
Por favor. Cuando conozcas a mi Abuela…
No la juzgues por los paliacates que la cubren del rayo del sol.
No la regañes por sus errores.
Solo abrazala, comprendela y amala.
Lo sabrás cuando le preguntes por el 25 de Noviembre del 2008.
Cuando le preguntes sobre sus hijos. Los hijos que la cuidan y ella anhela.
Cuando le preguntes sobre su océano de tristeza, ese que la estremeció un día en el 2008, días lejanos que quedan hoy.
Preguntale sobre la fría briza que se sentía al aferrarse a la cama.
Sobre el perdón y el olvido.
Sobre descansar y sanar.
Sobre el luto.
En un futuro, cuando conozcas a mi Abuela,
Preguntale por los tacones que dejo en mi cuarto.
Por las pulseras de oro y el collar de perlas.
Pero también, no lo olvides,
¿Preguntale Por qué me regalo los aretes de diamantes?
--Amelia A., 9th-12th Grade